
Pero, alguien la llamó por su nombre desde afuera y cuando abrió la puerta tuvo una sorpresa cuando vio a su amiga Cigarra dentro de un Audi y con un valioso abrigo de pieles (sintéticas, bah, seamos ecológicos). La Cigarra le dice: Hola amiga! Voy a pasar el invierno en París. Podrías cuidar de mi casita?
La Hormiguita respondió: pero claro! Sin problemas. Pero qué ocurrió? Dónde conseguiste el dinero para ir a París, comprar este Audi, y ese abrigo tan bonito y caro? Y la Cigarra respondió: imagínate que yo estaba cantando en un bar la semana pasada y a un productor le gustó mi voz. Firmé un contrato para hacer shows en París. A propósito, necesitas algo de allá? Oh, Si, dijo la Hormiguita.
Si te encuentras a La Fontaine (autor de la fábula original), mándalo de mi parte a la mierda! Moraleja: Aproveche la vida, aprende a dosificar trabajo y diversión, pues trabajar demasiado sólo trae beneficios en las fábulas de La Fontaine. Trabaja, pero disfruta de la vida, ella es única. Si no encontrás tu media naranja, no te desanimes, buscá un medio limón, ponele azúcar, pisco, hielo y sé felíz!
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